Fue un viaje que nunca olvidare. Por aquella época era una joven tibetana que tenía unas ganas insaciables de descubrir el mundo que había a mi alrededor.
Por ello unos años antes me puse a trabajar y ahorrar para poder llevar acabo mi sueño, hasta que al fin pude empezar a hacerlo realidad.
Ahora la India siempre estará en mi corazón. Sí mi viaje sería a través de la India.
En realidad todo empezó en el tibet. En casa mi madre estaba planeando mi boda con un joven y futuro médico tibetano responsable y con una esperada fortuna que haría que mi vida fuese sencilla y sin problemas. Una vida a la que cualquiera que no quiera vivir el amor, arriesgar por el y disfrutar de la vida con sus problemas y sus placeres, estaría dispuesto a aceptar.
Sin embargo yo no buscaba eso. Nunca me han gustado las cosas fáciles y es estos temas tan personales menos. Como sabría mi madre que hombre me haría sonreír cada mañana, que felicidad hay detrás de un amor verdadero y no detrás de uno de conveniencia, si es que se le puede llamar amor.Acaso el dinero ha de guiar mi felicidad o debe ser el amor. Ella por desgracia no se había revelado contra la tradición y siempre estuvo casada con una persona a la que nunca quiso y que simplemente se toleraban. Eso resultaba muy triste porque cuando la veías sonreír era una persona bellísima, y sin embargo la casa no estaba inundada de alegría. Era una casa sombría y silenciosa, donde las palabras se manifestaban a través de los gestos.
Así con ganas de escabullirme de estos planes abrumadores, emepzó mi aventura.