jueves, 2 de mayo de 2013

Una estrella fugaz



Vi como una estrella fugaz se apagaba, su luz desaparecía para siempre en medio de una inmensa oscuridad. El cielo estrellado la había absorbido, aquellas pequeñas estrellas que la rodeaban no querían ser menos. Eran más pequeñas y brillaban menos, necesitaban que aquella luz tan grande desapareciese en la oscuridad, fue así como consiguieron destruirla y borrarla del firmamento. 

Así me sentía aquella noche en aquel descampado igual que aquella luz marchita, buscando otro camino, buscando el camino. En aquel instante el mundo que me rodeaba me impedía brillar, me impedía seguir adelante, o quizás sería mi propia mente la que lo impedía. Sin duda algo fuera de mi control racional lo impedía. 

Se decía tienes que tener un sueño, soñar y volar sobre aquello que más quieres. Mi sueño se había apagado, me pregunto si alguna vez se había encendido y iluminado algún camino. La esperanza perdida y los sueños rotos. Necesitaba desaparecer, desaparecer con aquella estrella que vi, viajar a otro mundo donde poder brillar, dónde no perdiese la estela.