jueves, 2 de diciembre de 2010

Fue un viaje que nunca olvidare.

Fue un viaje que nunca olvidare. Por aquella época era una joven tibetana que tenía unas ganas insaciables de descubrir el mundo que había a mi alrededor.
Por ello unos años antes me puse a trabajar y ahorrar para poder llevar acabo mi sueño, hasta que al fin pude empezar a hacerlo realidad.

Ahora la India siempre estará en mi corazón. Sí mi viaje sería a través de la India.


En realidad todo empezó en el tibet. En casa mi madre estaba planeando mi boda con un joven y futuro médico tibetano responsable y con una esperada fortuna que haría que mi vida fuese sencilla y sin problemas. Una vida a la que cualquiera que no quiera vivir el amor, arriesgar por el  y disfrutar de la vida con sus problemas y sus placeres, estaría dispuesto a  aceptar.

Sin embargo yo no buscaba eso. Nunca me han gustado las cosas fáciles y es estos temas tan personales menos. Como sabría mi madre que hombre me haría sonreír cada mañana, que felicidad hay detrás de un amor verdadero y no detrás de uno de conveniencia, si es que se le puede llamar amor.Acaso el dinero ha de guiar mi felicidad o debe ser el amor. Ella por desgracia no se había revelado contra la tradición y siempre estuvo casada con una persona a la que nunca quiso y que simplemente se toleraban. Eso resultaba muy triste porque cuando la veías sonreír era una persona bellísima, y sin embargo  la casa no estaba inundada de alegría. Era una casa sombría y silenciosa, donde las palabras se manifestaban a través de los gestos.


Así con ganas de escabullirme de estos planes abrumadores, emepzó mi aventura.

miércoles, 27 de octubre de 2010


Mirar la vida por un precipicio.
Ver el vacío y sentir miedo a no saber que hacer.
Clamar al cielo libertad   y no  recibir respuesta
Buscar un sentido a todo lo que gira a u alrededor,
Y que el alma palpite de alegría.
Un río corre por tus venas
La ilusión llena ese río y los peces son esas risas, el querer y la lucha que has mantenido contigo misma para encontrar tu camino
Por estar donde ahora estas.
Por ser feliz
Por no dejar  que nadie decida por ti.
Te vas a comer el mundo.
Por fin vas a ser quien querías ser: tu misma

martes, 14 de septiembre de 2010

Jane (FIN)

-       No. Todavía alguien mejor me está esperando. Y esa persona no eres tú. Siento hacerte daño, pero ya no puedo confiar en esa persona a la que tanto quise. Adiós Jack, cuídate.
Así fue como él, una vez más desaparecía de mi vida. Sin embargo, ahora mi espíritu y mi alma estaban tranquilos. Una puerta se cerraba, porque otra nueva se abría y yo con los ojos cegados de dolor no había visto.


A la mañana siguiente llegué al trabajo, y allí estaban en mi mesa todos los manuscritos de distintos escritores a los que solíamos publicar sus obras. Pero uno de ellos estaba separado, era Robert Scott, el primer autor al que publiqué cuando todo acababa de empezar, nuestra relación siempre había sido maravillosa pero nunca me había dado cuenta de lo maravillosa que era hasta  que me senté y fue justo en ese instante cuando llegó el remedio instantáneo a la ceguera:
“ Dedicado a la protagonista de mi vida.
                                          Jane te quiero”        
Fdo: Robert Scott

lunes, 16 de agosto de 2010

Jane (5)

- Buenas noches.

- Espero que no te moleste, me he tomado la libertad de preparar una cena

a la luz de la luna.

- Yo…, yo quisiera decirte una cosa antes, aunque todo esta precioso. Yo quiero que sepas antes de nada que….

- ssshhhh...disfruta del momento, luego me lo cuentas.

Aquella cena fue maravillosa, por un momento olvidé el pasado y volvimos a ser esos grandes amigos que estaban unidos como uña y carne. Por un momento volví a recordar que era eso de reír hasta llorar. Por un momento volvía a tener 28 años y el vivía conmigo.

Entonces fue él el que durante un rato me había extrapolado a otro mundo, el mismo de una sacudida me devolvió a la tierra.

Yo después de aquella cena al principio no entendía sus palabras…

- Jane, te quiero, te quiero tal como eres, tú me haces ser mejor persona, haces que cada día mi corazón brille, me haces sentir que cada día es un milagro que dios me concede. Tengo ganas de verte despertar, y disfrutar de mi vida en tu compañía, quiero hacerte sonreír en cada instante. Y tener muchos hijos tan guapos como tú. Quiero conocer el mundo de tu mano. Te quiero jane y nada en este mundo cambiara eso. Así como hombre, loco y enamorado que soy solo quiero pedirte una cosa: ¿Jane quieres casarte conmigo?

- Yo te quiero muchísimo, pero yo no puedo vivir con alguien que desaparece sin justificación alguna y me deja en la estacada. Ni siquiera sabía donde estabas y si acaso ya no me querías. No me llamabas y yo tuve que rehacer mi vida y ahora apareces intentando reflorecer todo aquello que nos unió y por lo que tanto te quería. Pero no sabes por lo que he pasado. Puede parecer muy fácil que la persona a la que más has querido en la vida coja un día y se largue. Pero no es fácil, es muy doloroso. Sin embargo para ti no lo es puesto que lo hiciste con tanta facilidad. Yo he rehecho mi vida y ya no dependo sentimental ni emocionalmente de nadie. Yo soy feliz, y me basto conmigo misma para serlo, en el trabajo he hecho nuevas amigas, con ellas comparto mi felicidad y el amor que llevo dentro. ..

- Jane yo te entiendo, y tienes toda la razón. Entonces me comporté como un estúpido y no me di cuenta. El trabajo me absorbió y no supe poner en orden las prioridades en mi vida. Pero ahora después de años trabajando por ahí solo, he tenido mucho tiempo para pensar, he conocido mucha gente de todas partes y muchas formas de entender la vida. Y me he dado cuenta que el trabajo es importante, pero mucho más importante que todo aquello son las personas, y dentro de ellas, tú. Tú eres el norte en mi vida, la brújula que me guía en el camino, la luz que me ilumina en la oscuridad. La estrella de mi vida. Te quiero jane. Y te prometo que he cambiado, he crecido como persona y me he dado cuenta de los errores. Quiero una segunda oportunidad, seré un gran marido y un gran padre. Por favor, si cambias de idea me encantará saberla. Si me das un sí como respuesta, viviremos muy felices y te darás cuenta de que he cambiado. Si me dices que no, me alejaré y no volverás a saber, ya nunca más te volveré a molestar.

lunes, 26 de julio de 2010

Jane (4)

Y ahora, en esta situación, cuando las lagrimas y recuerdos habían quedados aparcados a un lado y mi barco perdido en el océano parecía reencontrar su rumbo, entonces justo en ese momento volvía a aparecer él.
Había pasado la noche en casa, una noche muda por la perdida de confianza, por el dolor resurgiendo y poniéndose a flor de piel, por los recuerdos. Y ahora tenía que hacer frente a esa carta.
Y ¿qué debía hacer?.Aquella carta empezó sumergiéndome en recuerdos llenos de alegría y esperanza y acabo por hacerme llorar sin parar.



Le llamé y le dije que no llegaría a casa hasta la noche. El trabajo era duro y no podía dejarlo, por una tarde con una persona que en su día se marcho sin avisar.
Así pase el día en una nube pensando y pensando, intentando aclarar mis ideas, ¿todavía le quería? Fuese lo que fuese la decisión, no podría repetirse, si es que volvíamos a estar juntos el no podría huir a la primera de cambio.¿ Merecía otra oportunidad, aquel que te ha hecho sufrir tanto?
Llegue a casa ya de noche, las luces estaban apagadas y pequeñas velitas formaban un camino de luz a la terraza. Mesa para dos a la luz de la luna.
De la nada apareció él con una suculenta cena entre manos.
- Buenas noches, Jane

domingo, 11 de julio de 2010

El alma sumergida en un vaso

El alma sumergida en un vaso
La penumbra invadía la habitación
Yo no encontraba el punto de apoyo que antes siempre tuve
Sola incapaz de mantener el equilibrio



Te buscaba en la oscuridad
No te quería a to
Quería a la persona que había querido imaginar y creer que eras
Tanto tiempo soñando provoco
que no pudiese verte cuando bajaba a la tierra
Es verdad, bajé pocas veces en mucho tiempo pero cada vez que lo hacía
mi alma se sumergía en un vaso

Jane (3)

Aquel trabajo para el cual había sacrificado tanto tiempo y esfuerzo nunca llegó, lo cual en el fondo más tarde me daría cuanta de lo estupendo que sería ese hecho. Así tras mucho tiempo en paro, buscando trabajo debajo de las piedras, al final dejé la carrera de lado y me dediqué a buscar otro tipo de trabajos. Fue entonces como empecé a trabajar de secretaria en una pequeña editorial que publicaba libros. Aunque el trabajo como secretaria no fuese el mejor, adoraba el hecho de estar rodeada de grandes obras, que se imprimían cada día, de vez en cuando y si tenía la oportunidad tomaba una prestada para leerla y disfrutar de aquello. Con aquellas lecturas iban surgiendo ideas y más idea y así comencé mi labor como escritora aficionada.

Así, en el momento en que mi vida profesional parecía ser más estable, fue entonces cuando empecé a sentir que mi vida como novia, amiga y amante se desvanecía en el aire sin previo aviso. Yo trabajaba todo el día, lo cual no era un gran problema porque al menos quedaban las noches y largos fines de semana. Sin embargo él, lo raro era que apareciese por casa dos días seguidos, en poco tiempo había ascendido mucho y era un prestigioso artista que viajaba mucho en busca de inspiración sitios nuevos y ambientes distintos.

A veces parecía caer un regalo del cielo y entonces estaba en casa una semana.

La separación y el tiempo nos alejaron mucho de lo que en un principio empezó siendo la mejor relación habida y por haber. Ya no compartíamos nada, ya no había risas, ni excursiones a la montaña a observar estrellas, ahora había billetes de avión, vuelos y vuelos, llamadas y llamadas, y una lejanía que se sentía en el aire. ¿Qué había pasado? ¿Qué había hecho mal?¿por qué este cambio?

Intentar comprender las cosas solo las complicaba y el teléfono hacía invisible la reacción ante un comentario, no podía entender, no podía ver esos ojos que tanto decían con tan poco, no podía sentir que aquello se arreglaría, que era algo pasajero por lo que pasa cualquier pareja.

Y fue el tiempo el que tomo la decisión final. El dejó de aparecer, dejó de llamar, dejo de transmitir su amor por una línea telefónica. Se fue. Se fue con todas sus consecuencias.

Las estrellas dejaron de brillar, la lluvia se apodero del cielo y el mal humor parecía que fuese una plaga por el país ante mis ojos. Mi casa parecía haberse convertido en una jungla, y el alquiler me suponía un gran esfuerzo que antes era la mitad. ¿Acaso había remedio para las heridas del corazón?¿Cómo podía callar las lagrimas del alma?

Fue mucho el tiempo que me costó asimilarlo. Fueron muchas horas sentada al lado del teléfono esperando su llamada desde el otro lado del mundo, y muchas decepciones cunado cada vez que sonaba resultaba ser mi madre, mi hermana, o quien fuese pero no él.

Todo en mi vida lo había dejado de lado por él, y ahora él también se fue. La vida venía a enseñarme algo aunque yo ciega tardaría en verlo. Así con la fuerza de voluntad, la fortaleza de mi espíritu y la necesidad de seguir adelante, mi vida cambió. Comenzó desde una soledad a la que nunca antes había estado acostumbrada pero con el tiempo se hizo cómoda y relajante. Soñaba con historias de amor con finales felices y bellas bodas en las que el amor era imposible que lo parase un tren, aquellos amores que no generan ningún tipo de duda. Y eso hizo que escribiese cada vez más y más. Los pequeños ahorros que tenía de vez en cuando los dedicaba a comprar mis libros favoritos para leerlos cuantas veces quisiera.

Fue el tiempo, el que hizo que me valorase y me impulsara a montar una pequeña editorial. Fueron muchas las deudas en las que acabe metida, pero ya había aprendido desde dentro como llevar acabo el día a día y tenía alguna idea de cómo llevarlo acabo. Yo era mi única empleada al principio y era una devoradora de libros decidiendo que publicar o que no. Fueron mucho años de trabajo duro. Intentando captar a nuevos talentos y reeditar grandes clásicos.



Con los años, el trabajo duro y la suerte jugando a mi favor la editorial empezó a crecer poco a poco hasta llegar hoy a competir con las grandes.

Ahora era fuerte totalmente independiente, para algunos era más fría que el hielo, pero no necesitaba a nadie, me centraba en mi trabajo, tenia a mis amigas que fui haciendo con los años y todo lo que fui mejorando personalmente me hizo así. Pero no dependía de otro, no necesitaba un hombro en el que apoyarme. Podía hacer todo lo que me gustaba.

domingo, 27 de junio de 2010

Jane 2

Aquella carta me perturbo el día con gratos recuerdos. Fue hace mucho cuando nos vimos por primera vez, en un bar a media noche, ambos habíamos ido con amigos sin embargo cuando nuestros ojos se cruzaron fue inevitable que bailásemos juntos, había algo que nos impedía no hacerlo. Así empezó todo con una gran canción. O al menos después de tanto tiempo así es como lo recuerdo yo. Mientras el resto seguía su ritmo, para nosotros el tiempo iba muy deprisa. Fue cuando acabo la canción cuando me dijo:
- Perdona, que me metiese a bailar contigo sin ni siquiera preguntar, no sé bien por que lo he hecho no suelo ser así.
- Bueno no te preocupes me ha encantado, adoro bailar y más con un chico que sabe tanto.
- ¿Cómo te llamas?
- Jane, ¿y tu?
- Jane…-se quedo pensativo, estaba claro que una chica tan hermosa tenía que tener un nombre autentico, y tan encantador como Jane-
- Si…
- ¡OH! Perdona, estaba pensando que era muy bonito nombre.
- Gracias
Así continuo la noche poco a poco nos fuimos haciendo más amigos coincidíamos en música, y las risas y los chistes empezaron a asomar al poco rato con los nervios el alcohol y los bailes. Parecía como si el resto del mundo mis amigas sus amigos hubiesen desaparecido y solo estábamos él y yo para conocernos profundamente en la larga noche que se avecinaba.
Ese fue el inicio de una bonita relación: el estaba empezando a trabajar como fotógrafo, viajaba mucho y empezaba a realizar para distintas revistas de viajes largos reportajes de distintos países: Lituania, Alaska, Madagascar, etcétera.
Yo estaba estudiando, sin mucho éxito, una carrera en la universidad, sin embargo lo que realmente deseaba era unirme a un grupo de rock y tocar, sentir la música corriendo por mis venas, y disfrutar de las maravillas de un concierto. Sin embargo esto último se me presentaba como algo imposible, dadas mis dotes de canto y mi habilidad con los instrumentos.
Él me pintaba el mundo a través de sus fotos, historias y relatos. Y yo le deleitaba con la mejor música de la historia del rock internacional habida y por haber, le llevaba a conciertos y por supuesto el baile nunca paraba.
Nuestras citas cada vez eran algo más normal y más a menudo, llegamos a hacernos íntimos amigos, sí, de esos amigos que hasta entonces daba por imposible encontrar ya que siempre había acabado en algo más, sin embargo a pesar de aquel baile, parecía que la vida nos presentaría como a dos grandes amigos que no se pueden separar. Tanto él como yo nos empezamos a contar nuestras vidas pasadas y todos aquellos baches que nos habían hecho sufrir y de los que ahora nos reíamos tanto.
Sin embargo llegó el día en que toda esa confianza que teníamos depositados el uno en el otro pareció aterrizar en la tierra y mi teoría se cumplió de nuevo. Habíamos quedado para ver una lluvia de estrellas, decían que podías pedir un deseo y las estrellas se encargarían de hacerlo realidad. Fuimos a un descampado alejado de la contaminación, del ruido a ciudad, civilización y humanidad. Y allí estaban las estrellas, de vez en cuando alguna parecía querer fugarse del cielo,
- ¿Qué deseo as pedido, Jane? – me pregunto tímidamente.
- Eso no te lo puedo contar es un secreto entre las estrellas y yo.
- ¿Quieres saber lo que pedí yo? Pedí, que la chica más bella, con la que paso tantos ratos estupendos y con la que me entiendo tan bien un día acepte y quiera ser mi novia.
- Que bonito
- Jane, ¿Quieres ser mi novia?


Así empezamos a ser novios, una bonita y duradera relación, mi carrera avanzaba a base de golpes con la realidad, y él cada vez iba teniendo más trabajo e iba siendo más conocido dentro del mundillo. Parecía que todo iba viento en popa, yo sentía como el hecho de ser novios si había conseguido algo era unirnos más, llenarnos de amor el uno al otro y completar nuestra amistad con una guinda que hacía de la relación una maravilla. Fueron 4 años que pasaron viento en popa a toda vela, y para cuando nos quisimos dar cuenta me encontraba intentando buscar un trabajo que pudiese encajar conmigo y con aquella carrera, lo cual parecía bastante difícil.

lunes, 8 de marzo de 2010

Jane

Aquella noche le vi entrar por la puerta, sus hombros le caían arrastrando un pesado abrigo gris empapado por la lluvia, ahí estaba, había vuelto…Hacía mucho tiempo que no le veía y había rehecho mi vida.
Ahora era otra persona, en cambio él parecía el mismo, con una tímida sonrisa esperando recibir un caluroso abrazo de bienvenida. Yo no pude darle eso que el tanto pedía a gritos por esos ojos verdes, no podía.
Desde el momento en que se fue mis nervios y toda la pasión todo lo anterior la viveza y la alegría se marcharon también en otra maleta. Una maleta sin seguro en caso de robo o perdida.
Ya lo había intentado sin embargo nunca lo conseguía, algo me faltaba algo voló y no volvió. Sin embargo el ahora estaba ahí. Habría encontrado mi maleta, sería capaz de recuperar todo el pasado y volver a ser yo.
Durante mucho tiempo pensé que no volvería, que ya nunca encontraría a nadie, que nadie me comprendería.
Y ahora este cambio inesperado como salido de un sueño era increíble, ¿qué haría yo ante esta situación?, ¿Qué haría él?, ¿Acaso todavía me quería?. Yo sabia que antes le quería pero ahora ya no sabía lo que quería o no.
En este tiempo me había metido de lleno en el trabajo y había abandonado cualquier idea semejante a una fiesta o lo que antes era muy habitual en mi, quedar con mis amigas para ir a la cafetería donde sirven ese brownie caliente con una bola de helado encima derritiéndose y charlar de la vida, recuerdos que ahora añoraba con toda la fuerza de mi corazón.
Y ahí estaba yo, ¿qué había sido de mi vida?, Desde aquel día en que se fue, el dolor no salió y se reprimió en forma de trabajo, trabajo y trabajo.
Y ¿cuándo me iba a dar cuenta que me tenía que perdonar a mi misma para seguir adelante? ¿Por qué no lo había hecho ya? ¿Acaso estaba esperándole? ¿Acaso yo no me creía lo suficientemente buena como para poder vivir sin él? ¿Puede que el miedo de vivir sola me tapase los ojos para no tener que afrontar la realidad? ¿Cuándo me daría cuenta que es necesario quererse plenamente a uno mismo para poder querer a otras personas u otras cosas? ¿Cuándo abriría los ojos y destaparía esa tapa del cajón que encerraba a mi corazón y dejaría a este último vivir sin auto represión?

A la mañana llegó al trabajo el cartero Sam con un paquete poco habitual. Un bonito ramo de rosas blancas, mis preferidas, todavía se acordaba, las coloqué en un jarrón para que no se marchitasen. Pero la sorpresa no era eso ni mucho menos la sorpresa fue su carta.



Queridísima Jane:

Te escribo con todo mi amor, aquí, desde esta bella floristería del barrio. Siempre me ha encantado tu barrio, aquí todo el mundo se conoce y hay un ambiente familiar y acogedor especial. Sin embargo yo no te escribo por esto.
Quisiera agradecerte que me acogieses ayer tan bien siendo algo tan imprevisto, sé que no te gustan las cosas imprevistas aunque adores las sorpresas; y que mayor sorpresa que aparecer en tu casa una noche de abril.
No pretendo que me perdones, y no pretendo ser un intruso en tu casa por ello me iré si eso es lo que tu deseas.
Quisiera decirte que a pesar de todo el tiempo, a pesar de que cada uno ha retomado su vida, a pesar del miedo, nunca te he olvidado, siempre te he querido y mi corazón siempre ha sido tuyo.
Quisiera envejecer a tu lado y formar una bonita familia con la que ir un domingo soleado de primavera al campo de pick-nick. Quisiera verte llegar a casa todos los días y poder pasar la tarde charlando, disfrutar de la cosa más bella que me ha pasado en la vida: quererte.
Pienso en ti todas las noches observando las estrellas. Tú estas allí donde voy, en el cielo y en la tierra, en la lluvia y la nieve, en el sol y la luna…A cada paso que doy tu das uno conmigo. Me gustaría verte despertar cada mañana y preparar un delicioso desayuno de cama.
Echo de menos estar contigo, echo de menos tu risa y tu alegría, echo de menos los largos paseos por caminos que descubrir, echo de menos pasar la noche a la luz de la luna a tu lado viendo el amanecer. Te echo de menos.
Quisiera que me perdonases, y sé que quizás las cosas no vuelvan a ser iguales, pero no quiero dejar de intentarlo.
Me fui por miedo, miedo a un compromiso, miedo a herirte, miedo a herirme, y más que evitarlo es lo que he conseguido. Me asustaba la idea de vivir juntos, me asustaba la idea de formar una familia y me fui. Pero el tiempo calma las cosas y los pensamientos y las ideas se depositan y quizás para algo para lo que no estaba preparado ya sí lo estoy.
Te quiero jane, y solo quiero estar contigo, si todavía me quieres te pido que des a lo nuestro una oportunidad, sino desapareceré de tu vida para siempre y ya no habrá más sorpresas que te puedan molestar. Por favor piénsalo.

Con todo mi amor,


J.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Tarta de frutas rojas (ahora es la época de fresas!!)




Ingredientes:

300 gramos de harina
150 gramos de mantequilla en dados
150 g de azucar glas
Un huevo
Una cuchara sopera de agua
Una pizca de sal
200 gramos de frambuesas
100 gramos de grosellas
250 gramos de fresas


Se mezclan la mantequilla en dados el huevo el agua la sal y el azucar glas hasta formar una pasta.


La harina se pone en un cuenco en forma de volcan, con un ajugero dentro donde colocar toda la pasta.

Poco a poco se va mezclando la harina con la pasta de mantequilla.

Así conseguiremso lo que se llama pasta sable.

Esta masa tiene que quedar lo suficientemente solida para que no se nos pegue al rodillo una vez que vayamos a extenderla.
Así que si falta consistencia se le puede hechar un poco más de harina hasta conseguir la deseada.
Una vez tengamos la pasta sable la dividimos en dos para poder hacer dos capas una que sera la base y otra la que cubra la tarta.

Escogemos la fuente donde la vamos a colocar y extendemos la masa con el rodillio hasta conseguir la forma y el diámetro de la fuente.

Colocamos una mitad en la base de la fuente.

Por otro lado lavamos las fresas grosellas y frambuesas y cortamos las fresas en cuartos.
Lo hechamos en la fuente sobre la masa que pusimos de base.

Y encima de toda la fruta ponemos la otra mitad de pasta sable tambien extendida.

Nos aseguramos que los lados queden bien tapados y cortamos los sobrantes.

Encendemos el horno y una vez caliente metemos la tarta.

Y a esperar mientras por la casa se expande un sabroso y agradable sabor a frutas rojas.

Entonces para cuando nos queremos dar cuenta ya esta lista.

domingo, 14 de febrero de 2010

cartas sin buzón para gente sin destino (6)

- ¡Hola!
- Hola, llegué un poco antes…
- Pasa, pasa, me estaba probando, te trajiste faldas…
- Sí, ¡vengo con todo!

Subimos a su cuarto, rodeadas de chicos guapos y los grupos de última moda, estuvimos probando y probando miles de combinaciones antes de elegir la que más nos gustaba.
El tiempo se pasó volando y lo que parecían cinco minutos acabaron por ser dos horas, medio pintadas los amigos de Susan estarían por llegar.

Mientras Susan me puso al día de mis posibles novios y los chicos que ella tenía fichados y que por supuesto era inconcebible que alguien como yo les pudiese gustar, aunque esto no lo decía directamente más tarde me di cuenta que así era, lo decía por debajo, lo escondía entre palabras y frases enrevesadas.

Sin embargo aquella noche tenía la esperanza aquel iba a ser el día, el día en que mi príncipe apareciese y fuese tan guapo que cortase la respiración, tan majo que no hubiese tiempo en el que dejar de reír…

No fue mucho tiempo el que paso hasta que sonó el timbre, los retoques nunca acababan, así las dos muy nerviosas, tambaleando en los tacones como un flan bajamos las escaleras, corriendo y yo al menos con un nudo en el estomago.

Ahí estaban los cuatro fantásticos: Zack, Jack, Simon y Paul.

Zack: moreno de ojos verdes, 1’80 por lo menos, fuerte y con una gran sonrisa
Jack: rubio de ojos azules, también alto y muy majo.
Simon: moreno con ojos pardos, con una sonrisa encantadora.
Paul: un pelirrojo sin remedio con la cara más pecosa habida y por haber.

¿Y cual de todos ellos sería mi príncipe azul?

Desde luego Zack era el que le gustaba a Susan, era su tipo, de hecho era guapo, sin embargo yo estaba dudando entre Jack y Simon.
Aquella noche prometía sería divertido ver como aquellas bellezas se desenvolvían en la pista de baile.

feliz día de san valentin


te quiero cuando me miras a los ojos y me observas tranquila y detenidamente

te quiero por entenderme como nadie lo ha hecho nunca

te quiero por llenar mi vida de alegria y darme fuerzas para luchar por lo que llevo dentro

te quiero por quitar el hierro de mi vida siendo tu tan ligero

te quiero por los maravillosos y numerosos ratos que pasamos a carcajadas

y sobre todo te quiero porque llenas de amor mi vida, mi alma y mi ser.

felicidades a todos aquellos que disfrutan de un día como hoy con sus seres queridos

domingo, 7 de febrero de 2010

Cartas sin buzón para gente sin destino (5)

El salía de la nada y aparecía ante mi, su imagen era borrosa pero era el, no había duda. Estábamos en una calle desconocida, el se acercaba. Yo esperaba pacientemente y entonces el me decía:
- ¿Dónde estuviste? Hace tiempo que no te veo. ¿Cuando voy a poder estar contigo y conocerte?
- Ahora - le contesté y de repente la carretera que nos unía nos empezó a alejar como si alguien superior nos quisiese separar aplacían nuevos tramos de carretera de la nada. Entonces yo gritaba y gritaba. Y el me dijo-
viste así no se puede- así fue como me desperté gracias a mis propios gritos. Mi madre estaba ahí cuando me desperté:
- Me he asustado pensé que te pasaba algo - me dijo
- No mama, estoy bien ha sido una pesadilla - le conteste.



Me trajo un vaso de agua y intente volver a dormir lo cual fue imposible y opté por escribir el sueño.
Al día siguiente entré en clase un tanto perturbada por la noche, aquel día prometía ser largo y no muy estimulante. Entre en clase y me encontré a Oli que había conocido a unos chicos de clase, me acerqué y Oli me presentó.
- Chicos esta es Rita.
- Rita estos son Max, Peter, Lucke.
- Hola, ¿qué tal?
- Hola.-contestaron al unísono.
- Rita, hemos pensado que podríamos entre los 5 hacer el trabajo de Historia juntos, ¿qué te parece?
- Bien, bueno pues nos tenemos que coordinar para quedar un día y avanzar.
La conversación se corto de repente con la llegada de la profesora de turno sin embargo parecían unos chicos majos y era una buena idea entre más sería más fácil y más llevadero.

A la salida me crucé con Susan.
- Eh, ¿que pasa tía? ¿que ya no me reconoces?.
- Sí, estaba en mis pensamientos…perdona
- Mañana, a las diez , en mi casa. Tráete de todo.
- ¿qué?
- la fiesta ¿ya te has olvidado?
- ah, sí, quiero decir no…
- bueno vuelve a la tierra, que mañana va a ser genial.

Entonces se cruzó con alguien y desapareció. Así yo seguí mi camino. Y ya había vuelto a la tierra, tendría que preparar la maleta de ropa para ir a casa de Susan y decidir que nos pondríamos. La verdad es que tenía ganas, hacía tiempo que no salíamos juntas.

Cuando llegué a casa ahí estaban todos apiñados en el sofá viendo la televisión. Como lo detestaba. Ni un saludo, ni un ¿qué tal?, la caja tonta podía con todos. Subí a mi cuarto y me puse a escribir en mi diario.
Últimamente escribía mucho, no podía dejarlo. De mi profesor, de la universidad, de mis sentimientos. Y fue de aquí de donde nacerían las “cartas sin buzón para gente sin destino” pero no nos adelantemos a los acontecimientos.
Aquella noche dormí como un ángel, no sé con que soñé o si soñé, pero desperté como nueva llena de energía para superar cualquier obstáculo. Aquel sería un gran día la mañana se pasó rápido. Oli me comentó que habían quedado todos la semana que viene para el trabajo de historia.
La vi un tanto nerviosa, me dijo:
- quiero hablar contigo.
Sin embargo no hubo tiempo, apareció el profesor. Luego acabadas las clases me fui a casa rápido para preparar la “mudanza” de armario.
Con los nervios y las ganas me adelanté una hora.

lunes, 1 de febrero de 2010

EXPOSICIÓN

Aunque se sale de lla idea de este blog: acontecimiento importante:



] STOOPS [ LOS SUEÑOS DE LA DERIVA


Fotografías escritas y dibujadas por Eduardo Ruigómez


Labuenavista
C/ Buenavista 16
28012 Madrid
info@labuenavista.es / www.labuenavista.es


Del 5 al 27 de febrero de 2010
Horario de la exposición: Lunes- Viernes 17-20h. Sábados 10-14h y 17 a 20h.


Inauguración:
Viernes 5 de febrero, 20h.

www.eduardoruigomez.com


http://www.1a1foto.net/imagenes/5-ER-Portadilla.html

sábado, 30 de enero de 2010

cartas sin buzón para gente sin destino 4


Estuvimos hablando largo y tendido y lo que era una comida acabo por ser una larga remesa. Yo estaba en otra esfera lo suficientemente alejada como para ponerme a estudiar. Y Oli me escuchaba, me escuchaba interesada.
Nunca antes me había sentido escuchada y ahora me daba cuenta, tenia que cumplir 18 años para enterarme. Era una sensación rara y tranquilizadora, por que la alegría reprimida se convirtieron en palabras y fluían entre risas y nervios, y ella me aportaba con sus consejos, con su paciencia, escuchándome.

Llegue a casa y comencé a soñar. Fue en ese preciso instante donde la alegría y los nervios me llevarían a la tierra en un futuro.
Sin embargo llegaban las noches y ahí estaba mi chico, George abrazándome, bailando una suave canción a la luz de la luna o susurrándome al oído cuanto me quería.
Así cada noche me iba a la cama, cada noche una historia distinta con la que deleitar al cerebro haciéndole creer que de verdad eso ocurría.

Aquella noche soñé con el, no siempre podía recordarlo, sin embargo aquella noche fue una de estas en las que a mitad de sueño te levantas perturbada por no saber si lo que vives en tu interior es cierto y de la emoción es como si te tirasen un vaso de agua fría en toda la cara y de repente te estrellases con la realidad: tu cama, tu cuarto, el frío de la noche, y una decepción del tamaño de un gigante por no ser cierto.