lunes, 9 de noviembre de 2009

Una cara,

Un sueño,

Una ilusión,

La verdad,

La mentira,

El dolor.

Una lagrima invisible transparente recorria su rostro terso y limpio húmedo y agresivo,
enfadado, enfurecido, irritado y dolorido.

Un pelo o dos interrumpían su cara, la querían consolar mas no podían.

Esos finos labios como la seda clamaban justicia, mas nada pasaba.

Todo seguía igual aquel baño tan ruinoso donde cada noche se reflejaba.

Llegada la noche parecía desplomarse, sus ojos se desorbitaban,
un grito detrás de otro.

Ya no podía seguir allí.

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